miércoles, 6 de junio de 2012

Los antecedentes inmediatos indican que no habrá grandes fichajes este verano

Estamos en plena temporada de fichajes. Al calor del verano los intermediarios, agentes, representantes y demás fauna que rodea al fútbol pasan a tomar el protagonismo que volverán a tener los futbolistas cuando los días vuelvan a acortarse allá por el otoño. Este verano toca además Eurocopa, para los aficionados un acontecimiento de primer orden futbolístico; para los que han hecho de esto su negocio, un inmenso mercado de relucientes escaparates donde observar y ofertar la mercancía. Hace menos de una década, a estas horas estaríamos asistiendo al espectáculo de los subasteros, inmunes a los intentos de los seleccionadores por mantener a sus chicos concentrados en el fútbol, ajenos a los becerros de oro que les asaltaban a la vuelta de cada esquina. Hoy no se ve apenas nada de eso. Hay rumores, claro, y se habla de alguna cifra y de algún nombre. Poca cosa para lo que estábamos acostumbrados. Y es que la crisis también sacude de lo lindo al fútbol. Algún jeque o algún potentado ruso deben quedar por ahí, pero tampoco se les ve tan rumbosos como cuando empezaron a aparecer en los palcos de los grandes estadios. Por si fuera poco, la UEFA de Platini amenaza a los manirrotos con la norma conocida como Financial Fair Play. El límite es la temporada 2014-15. Los clubes europeos tienen hasta esa fecha para ajustar sus balances con unas pérdidas totales máximas de hasta 45 millones de euros. A a partir de ese curso quien quiera seguir participando en las competiciones que regula el máximo organismo europeo deberá acreditar un rigor contable sensiblemente mayor al que ahora le sirve para sus enjuagues. Quedan solo dos años y es un plazo corto para adecentar algunos números estratosféricos. Es una de las razones de la parálisis que afecta al mercado futbolístico europeo.
El Athletic sufre un asedio, probablemente más mediático que real, en torno a sus dos internacionales absolutos, Llorente y Javi Martínez. El segundo tiene contrato en vigor hasta junio de 2016, recientemente renovado con una cláusula de rescisión de cuarenta millones de euros, a los que habría que añadir el IVA y algún otro impuesto. El blindaje temporal y económico parece lo suficientemente sólido. El caso del delantero es más preocupante puesto que al acabar contrato en junio de 2013, de no mediar un acuerdo para la renovación, el jugador quedaría libre para negociar su futuro con cualquiera a partir del próximo mes de enero y estaría en condiciones de abandonar el Athletic en junio sin dejar dinero en caja. Situación muy favorable para el futbolista que podría revertir a su favor esa ausencia de desembolso de traspaso. Técnicamente las cosas están así, aunque de las declaraciones de Llorente siempre se ha desprendido que su intención es continuar en el Athletic. Urrutia manifestó nada más acceder a Ibaigane hace ahora once meses, que le gustaría cerrar el contrato de Llorente cuanto antes para evitar que se convirtiera en un culebrón. Posteriormente fijó la Eurocopa como límite que no se debería sobrepasar. La Eurocopa comienza este viernes y hace tiempo que el caso LLorente es un culebrón con todos los predicamentos.
La extraordinaria temporada del Athletic ha puesto a la práctica totalidad de su plantilla en el escaparate. De hacer caso a lo publicado, Iraizoz y Aurtenetxe serían los únicos sin una oferta encima de la mesa. El transcurrir del tiempo y los chascarrillos que siempre se producen alrededor del Real Madrid y el Barcelona, parecen haber distraído a los especialistas de este subgénero del periodismo deportivo que trata de los traspasos y los fichajes, y casi podríamos dar por hecho que a su vuelta a Lezama, Bielsa se encontrará con un grupo formado más o menos por una veintena de futbolistas dispuestos a seguir trabajando a sus órdenes. Hasta el propio técnico argentino ha confirmado que seguirá un año más en el banquillo rojiblanco sin que los que hace un mes le situaban con absoluta certeza allá o acullá, hayan dicho ahora esta boca es mía.
Y es que no están las cosas en el fútbol para grandes alegrías. Unos datos tomados a vuela pluma del último informe Football Transfer Review, bastan para entender las cosas en sus justos términos. La inversión total de fichajes en Europa en el mercado del último invierno se contrajo un 45 por cien (en España se gastaron solo 6,5 millones -los que pagó el Sevilla por Reyes y Diawara- contra los 31,7 del invierno anterior, un 79% menos, la cifra más baja de Europa en los últimos 13 años) y por cuarta temporada consecutiva, en las cinco grandes ligas, Inglaterra, España, Italia, Alemania y Francia, se ha producido un descenso en el número de jugadores con ficha en vigor, 227 altas contra 382 bajas. El descenso tan pronunciado en invierno se compensa con el movimiento que hubo en verano, cien millones superior al anterior, aunque también cien millones inferior al del curso 2009-10.
La bajísima cifra del último invierno no quiere decir que no se produjeran movimientos, pero estos fueron en la modalidad de cesión o coste cero que se está imponiendo en los últimos tiempos. Dieciséis de los veinte equipos de Primera aprovecharon para desprenderse de jugadores y aligerar plantillas. La utilización de futbolistas de cantera, hasta un seis por ciento más que el año anterior, es otra de las vías para aligerar costos que han encontrado los clubes de Primera División.
Y qué decir de la autodenominada mejor Liga del mundo. Si ya está adulterada en lo deportivo, tampoco los datos económicos avalan tanta fanfarria y autobombo. El ranking europeo confeccionado a partir de un parámetro un tanto abstracto como el del valor de marca, que abarca, entre otros, concepctos como conocimiento del público, lealtad del mismo al producto o valor acumulado a lo largo de su existencia, situa al Real Madrid y al Barcelona como únicos representantes de la Liga entre los veinte primeros equipos del continente.
El estudio, elaborado por la consultora Brand Finance, sitúa en primer lugar al Manchester United, con un valor de marca cifrado en 853 millones de dólares. La segunda posición la ocupa el Bayern de Munich, valorado en 786 millones, mientras que el Real Madrid ocupa la tercera posición con una valoración de 600 millones (un 7% menos que el año anterior) y el Barcelona es cuarto, con un valor de 580 millones (un 8% de pérdida respecto al curso pasado).
De acuerdo con este parámetro, la Premier League es la competición más sólida, con nada menos que ocho equipos entre los veinte primeros de Europa. El Chelsea es quinto, seguido por Arsenal, Liverpool y Manchester City. El Tottenham aparece en la posición número doce, y Aston Villa y Newcastle ocupan las plazas diecinueve y veinte.
La Bundesliga también tiene una buena representación: cuatro equipos que dan fe del buen hacer de quienes gestionan el fútbol alemán. Además del Bayern, encontramos al Schalke, en décima posición, con una valoración de su marca cifrada en 266 millones, viene a continuación el Borussia de Dortmunt mientras que el Hamburgo ocupa la posición diecisiete.
Italia tiene tres representantes: Milan, en la novena posición, Inter en el número trece y Juventus en el dieciséis. Francia tiene dos representantes, los mismos que España, el Olympique de Marsella en el puesto quince y el Olympique Lyon, en el dieciocho. Por último, el Ajax, en el puesto catorce, es el único representante holandés.
El Valencia ocupa el puesto 31, y el Atlético de Madrid y el Sevilla, los puestos 45 y 46. El Athletic no aparece en la relación de los cincuenta primeros clubes europeos.
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