domingo, 20 de septiembre de 2009

El optimismo es contagioso

Decía Jorge Valdano, a quien ya se le atribuyen casi tantas fases célebres como a Winston Churchill, que el fútbol es un estado de ánimo. Tiene toda la razón como ya se empieza a demostrar en San Mamés. El funcionamiento de un equipo depende en gran medida de las sensaciones que siente en su interior y en el entorno. Y porque esas sensaciones son contagiosas, son tantos los casos de euforia o depresión colectivas los que se contabilizan en el fútbol. Todo es optimismo en San Mamés y cuando se va al fútbol con la sonrisa en la boca, las cosas salen mucho mejor que cuando se acude con el ceño fruncido.
La gran victoria del Athletic ante el Austria de Viena dejó un ligero halo de duda, provocada por la endeblez del equipo austriaco. El Athletic ganó bien y lo hizo jugando un gran fútbol a ratos, pero lo que tuvo enfrente era un rival que jugó como un equipo menor porque lo era. El Villarreal también ha pasado por San Mamés como un equipo menor, pero el equipo de Valverde no lo es. Sucede que el gran fútbol desplegado por el Athletic minimizó a los amarillos hasta dejarlos irreconocibles. Sólo el despliegue de Cazorla en el segundo tiempo o algunos fogonazos de Nilmar cuando el Athletic sufría injustamente en los instantes finales, recordaron al Villarreal solvente y amigo del balón que aplastó al Athletic la pasada temporada. Hasta entonces, el fútbol tan juicioso como vertical de los rojiblancos se había llevado por delante toda la organización prevista por Valverde.
Dos circunstancias destacan sobremanera en el partido. Por un lado la alineación de Caparrós cambiando hasta a seis jugadores respecto al jueves, sin afectar por ello al conjunto. Es decir, una rotación como Dios manda y no un cambio de equipo B por equipo A, al estilo de lo que hacía el año pasado. Por el otro, el estilo de juego del Athletic, manejando el balón a ras de césped, con aperturas a bandas y centros intencionados como la jugada que precedió al primer gol, alternando el pase corto con la diagonal o el pelotazo a Llorente, todo en su justa medida, como debe ser. Nada que ver con el horror visto en Jerez por no ir demasiado lejos. El Athletic vio la luz ante el Austria y siguió iluminado contra el Villarreal. La convicción de que ese es el camino más corto hacia el éxito es la mejor noticia que dejan estos dos partidos. Hasta el público de San Mamés, siempre tan impulsivo, entiende que un pase atrás en el momento oportuno puede ser el mejor inicio de una jugada de ataque.
Todo es optimismo en el Athletic y ese estado de animo empuja a los jugadores a intentar hacer cosas que saben pero que hasta ahora les habían vedado. Cuando Toquero se atrevió con un taconazo en la banda quedó claro que al Athletic no se le podía escapar el partido por mucho que el Villarreal amagara. Y es que el ataque rojiblanco dejó tan evidencia a la zaga de Valverde, que siempre existió la sensación de que estaba más cerca un nuevo gol del Athletic que un acercamiento del Villarreal en el marcador.
El Villarreal rindió casi siempre como un equipo menor, sin serlo, excepto uno de sus centrales, Marcano, que parece bastante zoquetillo y además lo es, como se encargó de demostrar Toquero, que le ganó por arriba, por abajo, en la banda y en el centro hasta completar el que ha sido probablemente su mejor partido en el Athletic. Si Toquero desborda y centra con intención, si Llorente vuelve a ser el delantero de lujo del año pasado y si por detrás David López llega para discutir el puesto y Gabilondo defiende, conduce y remata, el Athletic es mucho rival para cualquiera en San Mamés. Y todo ello por no hablar de Gurpegui, inmenso contra los austriacos y más grande todavía contra el Villarreal hasta que se quedó sin resuello en el último cuarto de hora cuando los cambios obligados por lesiones y cansancio descolocaron un tanto a todo el equipo.
No hubiera sido justo otro resultado que no fuera la victoria del Athletic. Es más, hasta ese marcador de 3-2 es injusto por demasiado ajustado. Tres de tres. Nueve puntos, la moral por las nubes, el balón a ras de césped y, lo que es mejor, con una apuesta decidida por el buen fútbol. No se puede pedir más.

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6 comentarios:

Jorge Escoin dijo...

Toquero está muy bien, Amorebieta también, brillantes Javi Martínez y David López, espectacular Llorente, pero para Gurgpegi, sinceramente, me quedo sin calificativos!

Anónimo dijo...

Si hace un mes era pesimista... me alegro tener que escribir ahora lo contrario.
Estamos en estado de gracia, y de buen juego, claro que si. Y cuanto me alegro tener que decirlo y decirlo bien alto. Y que lo bailado no nos lo quita nadie. Las cosas como son. Yo no destacaria a nadie en el partido contra el Villarreal porque me han parecido todos increibles, a muy buena altura, con buen futbol. Porque todos han aportado futbol, que es de lo que se trata.

Y que la temporada sea tranquila y veamos partidos como el de hoy. Que tambien tendremos nuestro bajón (como todos los equipos), pero sin sufrir por la zona baja se llevan mejor.


Chapeau Athletic!

PD: Lo de Toquero, increible. No me duelen prendas decir que no le veía yo como jugador del Athletic hace un año, y hoy tengo que decir que el trabajo que hace tiene un mérito increible, y el equipo que está enfrente nota el aliento en la nuca. Llorente respira de lo que agobia Toquero. Gran trabajo Gaizka!

Luis Teclista

Anónimo dijo...

No hay dos sin tres.El Athletic y sus jugadores celebraron una gran fiesta y tuvieron un invitado especial, Diego Lopez, que sino llega a ser por el gallego la fiesta hubiera acabado en borrachera generalizada por la goleada que pudiera haber habido.Estuvieron pluscuamperfectos nuestros leones.

El submarino amarillo necesita reparaciones urgentes por parte de su comandante Txingurri, ya que como siga haciendo aguas posiblemente sea sustituido.

El peor Villarreal que he visto en mucho tiempo, la imagen que dieron fue de un equipo mediocre, con un defensa cantabro -Marcano- que no se que le han visto para ficharlo.
En el beneficio de la duda de este Villarreal es que tenían ausencias importantes como Senna, Gonzalo, y Ibagaza que se lesiono.

Suelen decir que los equipos de Valverde les cuesta empezar la temporada en condiciones. No sé, pero desde luego la fiesta solo fue zurigorri. Veremos la evolución de este Villarreal, tengo serias dudas de que repitan temporadas preteritas y a lo mejor estamos ante un submarino que empieza a hacer aguas.

El Brujo de Letziaga

Juan Carlos Latxaga dijo...

Jorge creo que te olvidas de Gabilondo y de Iraola, pero es que todos estuvieron a gran altura, esa es la verdad.
Luis, yo también voy a tener que empezar a tragarme todo lo que he dicho de Toquero. El crecimiento de este chico es lo más sorprendente que he visto en mi vida futbolera y mira que he visto cosas. A ver hasta dónde llega.
Brujo, a mí también me pareció que el Villarreal acusó muchísimo las ausencias, sobre todo la de Senna, pero un equipo hecho con talonario no puede tener esas debilidades.
Ya he dejado escrito en el post lo que pienso de Marcano. En cuanto al portero, muy bien pero un tanto palomitero, con su altura no necesita despegar tanto los pies para hacer algunas paradas.
Por buscar un pero, que es muy difícil en estas circunstancias y suena un poco a aguafiestas: seguimos dependiendo muchísimo de los goles de Llorente, cuatro en dos partidos. Hubo mucha rotación, lo que está muy bien, pero todo sigue girando en torno al nueve. Espero con impaciencia a De Cerio, porque su aportación sí que puede marcar una diferencia respecto al año pasado, en el sentido de darle un respiro a Llorente.

Gontzal dijo...

Coincido con lo que habéis dicho todos, pero sobre todo en esto último JC pensaba esta mañana. La rotación parece posible salvo arriba, veremos qué pasa con Iñigo.

Sobre Toquero sólo puedo decir que su progresión me deja alucinado. Yo también me he equivocado con él y he de reconocer que el Brujo de Letziaga tenía razón.

Eso sí, por fin se ha demostrado que los que decíamos que este equipo ni era tan malo ni tenía porque jugar tan mal a fútbol tampoco éramos unos chalados.

Así da gusto ir a San Mamés o bajar al bar a ver los partidos de fuera...

Iñaki Murua dijo...

Yo ayer en San Mamés pensaba en eso de que el fútbol es un estado de ánimo. Anda que si el bueno de Gaizka mete esa chilena...