lunes, 11 de mayo de 2009

Señales positivas

Observar con un atisbo de racionalidad lo que está ocurriendo en torno a la final es un ejercicio definitivamente absurdo, así que llegados a este punto es mejor dejarse llevar y gritar ¡a por ellos!. Finiquitado el molesto asunto de la Liga, ya incluso con el visto bueno de Pitágoras, hay tiempo hasta el miércoles para tratar de adivinar lo que puede pasar en Mestalla leyendo en las entrañas de animales muertos, en los posos de una taza de té, u observando el vuelo de los pájaros. Y, mira tú por dónde, en los oráculos se empieza a atisbar una lucecita de optimismo. De momento, todas las señales son positivas. Las circunstancias, o el sentimiento de superioridad, pueden acabar jugando una mala pasada al Barcelona.
De momento, los once titulares del Athletic que salten al campo el miércoles por la noche en Valencia, lo harán absolutamente descansados, frescos como rosas y con la mente centrada en ese partido desde al menos una semana antes. Por el contrario, los azulgranas lo harán con la cabeza llena de preocupaciones, pensando en otras cosas, como por ejemplo, en no lesionarse y perderse la final de Roma, o en calcular si, de una vez por todas, el próximo domingo podrán proclamarse campeones de Liga. Desgastados por el tremendo esfuerzo en el campo del Chelsea y desorientados por el palo que se llevaron en el último minuto de su partido contra el Villarreal el domingo, cuando tuvieron que devolver a toda prisa las botellas de cava a la nevera.
Desde el épico partido de Londres, Guardiola no ha hecho más que perder jugadores para la final. Se lesionó Henry, Abidal vio la tarjeta roja el domingo y, sobre todo, se ha lesionado Iniesta, el eje sobre el que ha venido girando el equipo en los últimos partidos. Para colmo, Messi está dando claras señales de agotamiento. ¿Significan algo todas estas señales?. Los que estuvieron el domingo en el entrenamiento de San Mamés, o los que a estas horas están viajando hacia Valencia, las interpretarán como un signo evidente de que el viernes la gabarra volverá a surcar la ría. Los demás, si es que todavía quedamos alguno de esa rara especie, pensamos que esas bajas liman un tanto la enorme superioridad del Barcelona, que sigue, no obstante, siendo grande. Más que el asunto físico, puede ser el mental el que puede influir en los hombres de Guardiola. La baja de Abidal no es trascendente en el esquema del Barcelona, no al menos de cara a la final contra el Athletic. La de Henry, en cambio, resta alguna alternativa al juego de ataque de su equipo. Sí que la ausencia de Iniesta puede desorientar a todo el equipo, tanto por su propio específico en los aspectos tácticos, como porque estaba en un estado de gracia que lo mismo le llevaba a marcar un golazo en el último suspiro en Londres, que a dar el pase del tercer gol el domingo prácticamente desde el suelo.
Con todo, estas tres bajas son posiblemente menos influyentes que la montaña rusa de emociones que está viviendo el Barcelona en los últimos tiempos. De la euforia rayana con el trance místico que supuso el 2-6 de Madrid a la descarga de adrenalina de Londres, desembocando en el coitus interruptus del domingo ante el Villarreal. La atención de los jugadores del Barcelona ha estado dispersa en mil focos, ajenos todos al que alumbra Valencia, que es a donde tienen dirigidos sus ojos los leones y sus seguidores desde hace un mes. A la misma hora en la que los rojiblancos llegaban a Valencia levitando por la despedida que les tributó la afición, Llorente dejaba con dos palmos de narices a los blaugrana, que ya estaban celebrando la Liga. Guardiola tiene apenas setenta y dos horas para meter a sus jugadores en la final, mientras que los de Caparrós llevan metidos en ese partido más de treinta días. Ese diferente estado de ánimo iguala un poco las cosas; pero hará falta bastante más para equilibrar sobre el terreno de juego la diferencia futbolística entre unos y otros.

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5 comentarios:

Gontzal dijo...

Qué subidón tengo JC. Mañana nos piramos. Traemos la Copa fijo, así que el viernes a remontar la Ría en el bote... de eso también habrá que hacer seguimiento ;-)

Anónimo dijo...

Yo suelo potear por el barrio con el aita de Talin Alexanko y hablando de la Final me ha comentado que una de las bajas mas importantes del Fútbol Club para la final es la de Márquez, porque pone criterio en la salida del balón y domina el juego aereo además de su calidad y saber estar. Y desde que no esta Márquez lo pudimos ver contra el Villarreal tres goles encajados y alguno más que pudo ser. Esto no quita para que la baja de Iniesta y Henry sean tan importantes o mas que la de Márquez, pero posiblemente Llorente tenga muchisimas mas posibilidades de conectar testarazos estando el Futbol Club sin el mexicano. Bueno sin mas, es una opinión del aita de Talin que la comparto.

Somo

Juan Carlos Latxaga dijo...

Pues no está mal visto, Somo, pero ya sabes que un central en el Barcelona, como no sea Pujol, tiene menos visibilidad. :-)
Que te lo pases bien Gontzal. ¡A por ellos!

Antonio Piera dijo...

Pues ya llegó el gran momento, por lo que entro en tu casa para desear con vosotros el mejor de los finales para esta final tan esperada. Aúpa Athletic!

Algún comentario leído, incluso aquí, me lleva a añadir un par de elementos de análisis. Uno es que parece bastante posible que llueva en Valencia, lo que no estaría del todo mal para un equipo como el vuestro algo más acostumbrado a tirar de empuje cuando la bola no corre. Por otra parte, las bajas del Barça en el ala izquierda suponen que Guardiola deberá improvisar ahí, escorando a Keita y posiblemente tirando del sueco. Lo más probable es que sea al principio Etoo quien arranque desde la izquierda y jueguen con falso delantero centro, fiando en las entradas de la segunda línea y en las apariciones por sorpresa del extremo opuesto por zona de remate. Eso le da, en mi opinión, alguna ventaja al Athletic, pero le crea el inconveniente de que el ataque catalán exigirá mucho de su lado derecho, por lo que reforzar el izquierdo en defensa será la clave para maniatarles. Sólo Koikili, con la débil ayuda de Yeste en defensa, parecen poco para tanto poderío. Si Caparrós resuelve esa amenaza, la cosa puede salir bien.

Sobre todo porque ésta va a ser la semana de los Llorente, que ya el del Villareal les dio donde duele y falta por llegar el rugido del riojano.

Juan Carlos Latxaga dijo...

Se agradecen los buenos deseos don Antonio, y se le echa de menos en su blog, aunque se entienda y se comprenda su refundación vital. No crea que no le envidio esa dura tarea de ir por la mañanita al mercado a elegir el pescado y la verdura bajo ese sol y con esa brisilla...