domingo, 15 de febrero de 2009

A Caparrós le ha florecido la famosa flor de Muñoz

En la primera vuelta el Athletic sumó cinco puntos contra Almería, Málaga, Valladolid y Recreativo. Luego perdió en San Mamés contra el Getafe y tocó fondo los cuatro partidos siguientes contra Sevilla, Barcelona, Real Madrid y Villarreal. En la segunda vuelta, el Athletic ha sumado cuatro puntos contra los mismos rivales citados al principio. Contando con el partido de Copa, el Athletic solo ha ganado uno de sus últimos cinco encuentros; ha empatado uno y ha perdido los dos restantes. Son solo datos, fría estadística, tan del gusto del periodismo moderno para llenar páginas e informarnos de los minutos de posesión.
Los datos apuntan una tendencia, nada positiva para el Athletic; las sensaciones, en cambio, permiten más matices. Por ejemplo, que como se dijo cuando vendieron a Aduriz, el Athletic no tiene delanteros para permitirse desprenderse de uno de ellos. Vélez, Toquero y Del Olmo pusieron en evidencia sobre el césped de San Mamés todas sus carencias, y son unas cuantas. Las sensaciones apuntan también a que el Athletic, además de baraka, cuenta con la famosa flor que adornaba al difunto Miguel Muñoz, florecida ahora en salva sea la parte de Caparrós. Acabar el partido contra el Recre con un punto en el bolsillo solo está al alcance de equipos que no pueden perder aunque se empeñen como lo hizo el Athletic durante los noventa minutos.
Nunca tendrá más fácil la victoria en San Mamés el equipo onubense. Puso el fútbol y las ocasiones, algunas de escándalo, pero sólo pudo marcar un gol. El Athletic puso, como siempre, sudor y voluntad, remató decentemente una sola vez y obtuvo idéntico botín que el rival. Fútbol es fútbol, que dijo don Vujadin.
Mención aparte merece la jugada que se produjo en el primer minuto de la segunda parte, es decir,la escapada de Colunga y su caída ante la salida de Iraizoz. Sin ver veinte repeticiones en la tele, solo cabe pensar y escribir que fue un penalti de libro, como pensaron y creyeron ver los treinta y cinco mil espectadores que había en San Mamés, los veintidós jugadores que había sobre el césped y sus colegas, utilleros, masajistas, y demás ayudantes de cámara, vallets y personal civil que ha hecho de los banquillos de los campos de fútbol su hábitat. Lo vimos todos, pero el único que no lo vio fue el árbitro, el catalán Alvarez Izquierdo. De esta manera, permitió que el partido siquiera vivo. Un penalti en contra con 0-1, el portero expulsado y el Athletic con dos cambios ya realizados, hubiera sido el final para los rojiblancos.
En descargo del árbitro habría que recordar que si bien él se equivocó una vez, los delanteros del Recre erraron con contumacia en el área de Iraizoz. El mismo Colunga tuvo en sus botas otra ocasión magnífica y la falló de la forma más miserable, sin dar siquiera oportunidad al portero de hacerle otro penalti. En el área contraria, en cambio, bastó que Gabilondo botara una falta con maestría para que Javi Martínez cabeceara a gol. Era esa, a balón parado, la única forma que tenía el Athletic de marcar, aprovechando la altura que suman Javi, Toquero, Vélez, Amorebieta u Ocio.
Pero ni esa doble jugada afortunada que llevó el partido de un probable 0-2 al empate a uno, en escasos minutos, le sirvió al inoperante al Athletic para entrar en el partido. Al contrario, la posición adelantada de Javi Martínez provocó unos agujeros a su espalda que acabaron por arruinar a Ocio y Amorebieta.
No acertó Caparrós en la alineación inicial, dando entrada a Etxeberria en el lugar de Llorente, ni acertó después con la reorganización del equipo. Dejó en la caseta en el descanso a los inoperantes Etxebe y David López para apostar por Toquero como ariete y Susaeta en la banda, y acabó quitando a Gabilondo para probar suerte con Del Olmo. Los cambios restaron calidad y aportaron bullicio; en un primer momento pareció resultar gracias, sobre todo, a la entrada de Susaeta, pero el gas se acabó pronto y con él las burbujas. Lo que da de sí Toquero lo sabemos todos,incluido Caparrós, me temo, que no se atrevió a contar con él de salida, y Del Olmo tiene un recorrido tan corto que si le alejas veinte metros del área pierde de vista la portería.
Resumir el fiasco en la ausencia de Llorente es simplificar mucho pero, como suelen decir los entrenadores, a los futbolistas hay que explicarles las cosas muy simples. Pues eso, será una simpleza pero cuando un equipo no tiene delanteros suele tener problemas no ya para meter goles, sino incluso para asustar al rival.
Ahora preguntémonos con humildad, contricción y, a ser posible, propósito de enmienda: Sumando a Llorente, Vélez, Toquero, Del Olmo y Joseba Etxeberria, ¿con cuántos delanteros contamos?. Se ruega sinceridad en las respuestas.

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2 comentarios:

Gontzal dijo...

No hay delanteros. Lo de Aduriz sigue siendo inexplicable.

Tampoco entiendo que Caparrós diga que se veía venir y que admita la relajación. Es un fallo clamoroso de un entrenador no tener capacidad para motivar a su equipo.

¿Alguien les ha dicho que han conseguido algo?

No entra dentro de la lógica deportiva puntuar con este juego, pero hemos conseguido sacar un punto. Enlazando con lo que dices JC, miedo me da este bajón cuando empezamos a ganar en altitud y acercarnos a los pirineos...

Y sobre el penalti, yo les he preguntado a mis compañeros de localidad si había tocado balón, porque todos hemos visto el penalti y nos hemos quedado esperando a que el mal colocado Álvarez lo pitase.

Por cierto, dos jugadas calcadas en dos jornadas...

Anónimo dijo...

Sindrome Llorente, lo llamaria yo. Gontzal, razón tienes en lo de Aduriz. De todas formas, y sigo siendo el mismo pesado de anteriores ocasiones, Etxebe no está para hacer compañia a nadie en ataque.

En mi modesta opinion, hubiera preferido en punta de inicio a Velez y Susaeta, o si me apuras a Del Olmo, aunque por altura... nos ganarian por todas las partes, pero buscando otra forma de jugar que cuando está Fernando, se podía haber intentado.

Se acercan los pirineos..., ya se ven a lo lejos (de momento ya han dado fechas para pasar por taquilla)... uffffffff, que alto!!!.

Luis Teclista